¿Esto es todo lo que tienes para ofrecerme?
Le digo.
Mientras su rostro va poniendose color espanto.
La sonrisa ya no se dibuja en su rostro.
Los besos en el cuello dejaron su rastro.
Y me limpio delicadamente con la sábana.
¿Esto es todo lo que tienes para ofrecerme?
Le repito.
Esta vez camino al baño.
Mientras su rostro va poniendose color espanto.
La sonrisa ya no se dibuja en su rostro.
Los besos en el cuello dejaron su rastro.
Y me limpio delicadamente con la sábana.
¿Esto es todo lo que tienes para ofrecerme?
Le repito.
Esta vez camino al baño.
1 Comments:
At 4:04 a. m., Dr. Flaco said…
ufff.... mal.
Dios me libre de esas palabras!
Publicar un comentario
<< Home