De pobre diabla, nada

Es casi una ley de la vida, que cuando estás despechada(o) surge una oportunidad. Es como una prueba del destino, o un regalo; porque no hay mejor polvo que el que hace que te salgan los cachitos de diabla y que las cosas tengan doble sabor. Al menos en ese momento.

La técnica de la mejor amiga

Lo siento. Tuvo que ser así. Yo no quise ser pesada, pero eres la polola de el chico que me gusta.

No quisiéras que fueras tan simpática, tan adorable, pero lo eres.

Empezamos bien y hubiera querido que fuéramos amigas. Y lo hubiéramos sido, pero la técnica de la mejor amiga, de la que pega la puñalada por la espalda, no es algo que quiera hacer a estas alturas.

Así que, aunque me dolió, tuve que hacerlo y tirarte algún comentario pesado para caerte mal. No fue contra ti; ojalá lo entiendas, pero eres mi rival, aunque ni te lo imagines.