De un mal polvo ... líbranos Señor te rogamos

Luego de un mal polvo, viene otro peor. Por eso decidimos terminar con la mala racha y dedicarnos al sexo de ciudad. Caminar por Santiago con el condón en la cartera. Dejar de preguntarnos ¿me saco la polera? ¿me sacará el sostén? Agarrar los calzones y tirarlos por la ventana. Y simplemente tirarnos al de al lado. De frente. Y de costado.

jueves, julio 5

Tú que me encierras en el baño.
Tú que me aprietas al bailar.
Tú que me pides que me quede contigo.
Tú que besas como los dioses.
Tú y tus manos.
Tú que tienes polola.